ExConvento de San Agustin

251 esfera antropológica, al principio pasivo de la naturaleza. Su imagen arquetípica es compleja y puede ser sobredeterminada en sus aspectos superiores como personificación de la ciencia o de la suprema virtud, tal como ocurre con las representaciones de las santas agustinas en el claustro. Como imagen del ánima es superior al hombre mismo por ser el reflejo de la parte superior y más pura de éste. En sus aspectos infe- riores, como quizá fue la idea que se tuvo al representarla así en el claustro, la mujer se considera instintiva y sentimental, en cuyo caso la mujer no estaría al nivel del hombre sino por debajo de él. 134 Desde tiempos arcaicos se ha relacionado a la mujer con la tierra y con la fecundidad, por lo que el hermes femenino tiene la planta apo- yada sobre la superficie (figura 58). Por ser el pie la parte del cuerpo más baja y apegada a la tierra, tiene un antiguo simbolismo mágico que se manifiesta principalmente en el ritual de descubrirlo. Al llevar a cabo este acto, se manifiesta la doble relación que tiene el hombre entre cielo y la tierra, 135 por lo que un pie desnudo significa la sabiduría terre- 134 En ese caso, cuando se realiza a sí misma, como “Das ewig Weibliche” (lo eternamente femenino) es tentadora, que arrastra hacia abajo (Juan Eduardo Cirlot, op. cit ., pp. 312-313). 135 El simbolismo mágico tiene su origen en la sabiduría de Hermes Trimegisto, la cual fue considerada por los alquimistas del medioevo como la fuente definitiva de su inspiración (Gerd Heinz Mohr, op. cit ., p. 113). Según la leyenda, el mago Apolonio de Tyana (pri- mer milenio después de Cristo) descubrió una inscripción en una escultura de Hermes “el triple en sabiduría” la cual rezaba “el que quiera conocer los secretos de la creación y la representación de la naturaleza, este debe ver debajo de mi pie.” El mago siguió las ins- trucciones y después de haber experimentado una serie de misteriosos eventos, logró co- nocer el origen de las cosas, o alcanzar la sabiduría terrena. Hermes Trimegisto proclamaba “Que lo que está arriba, es igual a lo que esta abajo” lo que con el tiempo se comprendió como el macrocosmos y el microcosmos (Gerd Heinz Mohr, Lexikon der Sym- bole , op. cit ., pp. 440-444). En La c iudad de Dios San Agustín menciona a Hermes Trime- gisto en relación con los ídolos adorados por el hombre, creados a su semejanza. Reconoce en Hermes Trimegisto su poder de predecir la caída de estos dioses en favor de un Dios verdadero ( La ciudad de Dios , op. cit ., xviii , p. 24). “Desde la remota antigüedad egipcia, las piernas con pies que distinguen a los hermes del claustro inferior, se recono- cían como representantes de firmeza, de esplendor de la acción de erigir y de levantar. También se consideraban formas equivalentes a pedestales. Tómese en cuenta para esto la posición erecta del hombre. Esos valores simbólicos de lejanas civilizaciones, por evo- lución cultural, entraron a formar parte de los diseños iconográficos renacentistas, que dos siglos después se reproducían en este patio queretano, a través de los grabados euro- peos” (Elisa Vargas Lugo, José Guadalupe Victoria, Un edificio que canta: San Agustín de Querétaro , Querétaro, Dirección del Patrimonio Cultural, Secretaría de Cultura y Bien-

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