ExConvento de San Agustin
257 En el tercer nicho se encuentra la estatua de un religioso que des- taca por su actitud humilde y devota. La última figura sostiene, con ambas manos, un libro cerrado, po- siblemente se trate de San Blas de Bietrinis, cuya congregación también observaba la Regla de San Agustín y se adhirió a la gran Unión de 1256. Esta congregación se extendió en la diócesis de Fanence. 152 La figura con las manos cruzadas sobre el pecho, en la primera clave del lado norte del claustro de poniente a oriente, no se pudo identificar. El siguiente nicho, ornado con granadas, quizá aluda al beato Mar- tín de Ularte (figura 69), fundador del monasterio de Estella; predica- dor en las morerías de Sevilla y de Granada. 153 Un joven religioso con las manos metidas en las mangas del hábito, tal vez sea el beato Cherubino Testo (figura 70), hijo del convento de Avilana en Italia. Un pasaje de su larga biografía dice que “tomó una vela y se la metió en la manga del hábito y la trajo encendida”. 154 Por último, se representa a una religiosa que sostiene una cruz, apoyada sobre el suelo, podría ser María de la Fe, fundadora del con- vento de Heybar en 1602, o Margarita de Jesús Núñez, fundadora de un convento en Villaviciosa, Portugal; ambas religiosas destacaron por su gran devoción por la cruz. 155 Esta hagiografía plasmada en el claustro fue tema de meditación y ejemplo a seguir para los religiosos que esperanzados recordaban lo que San Agustín reflexionaba en La ciudad de Dios , refiriéndose a los bien- aventurados: “Ahora, como os ha librado Dios de la servidumbre del pecado y os ha recibido en su servicio, tenéis aquí y gozáis del fruto de vuestra justicia, que es vuestra santificación, y esperáis el fin, que es la vida eterna”. 156 152 Ibid ., t. I, advertencias VII. 153 Ibid ., t. I, p. 341. 154 Ibid ., t. I, p. 576. 155 Ibid ., t. I, p. 39. 156 San Agustín, La ciudad de Dios , op. cit ., xix , 11, p. 479.
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