ExConvento de San Agustin

261 conexión, ligazón, al igual que la lacería y el cordón. El entrelazado simboliza en este caso la obligación, no solamente la impuesta exter- namente, sino la deseada por las diferentes partes que se sienten unidas entre sí por una adhesión interior como la fe. 170 Las hierbas están li- gadas a la idea de los poderes naturales, en el bien y en el mal. 171 Sin embargo, San Agustín afirma, en relación al Paraíso místico, que todos los árboles y plantas fructíferas simbolizan virtudes y costumbres para vivir bien. 172 Las nervaduras de las hojas están delineadas por diaman- tes y perlas. En la simbología el diamante representa la constancia, la fuerza, la inocencia y las otras virtudes heroicas. 173 La perla simboliza la iluminación y el renacimiento espiritual, y por su redondez y su luz, la perfección. 174 Las figuras zoomorfas Los dos hermes centrales en los lados norte y sur, están flanqueados por felinos (figuras 72 y 73), cuyas fauces jalan con fuerza y sostienen una guirnalda. El león es un símbolo solar, por su fuerza es atributo de Fortitudo o fortaleza. 175 Los hermes que flanquean a las figuras centrales muestran un par de pegasos (figura 75). La simbología del caballo alado remite al po- der ascendente de las fuerzas naturales, la capacidad innata de espi- ritualización o de la inversión 176 del mal en bien. El caballo, en sí, 170 Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, op. cit ., p. 631. 171 Juan Eduardo Cirlot, op. cit ., p. 240. 172 San Agustín, La ciudad de Dios , op. cit ., XIII, 21, p. 301. 173 Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, op. cit ., p. 416. 174 Gerd Heinz Mohr, op. cit ., p. 236. 175 Manfred Lurker, op. cit ., p. 411, y Cesare Ripa, Iconologia , vol. 3, Venetia, Presso Cris- toforo Tomasini, 1645, p. 225. 176 Juan Eduardo Cirlot, op. cit ., p. 356 y Phillippi Pichinelli, Mundus Symbolicus , traduc- ción de Agustín Erath, Colonia, 1729, Libro III, Primera parte, Capítulo XLIII, Libro IV, Capítulo LXI, p. 617, Zamora, Proyecto Mundus Symbolicus, Centro de Estudios de las Tradiciones, El Colegio de Michoacán, inédito, Pegaso, p. 117, “las puertas de los estudios están abiertas para todos, para que los jóvenes como otros tantos cisnes, inmersos en las aguas de la sabiduría y saciados por esta rica savia, puedan después llenar al mundo entero con la armonía de sus virtudes para beneficio de muchos. Por ello D. Carlos Rancati rep- resenta en un emblema un pegaso que golpeando con la punta de su pezuña el elevado Peñasco del Helicón, hizo manar abundantes aguas de la fuente de Hipocrena. 118. Pega-

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