ExConvento de San Agustin

270 nez Lucio, un intelectual, y de Juan Manuel Villagómez, experimen- tado y diestro maestro cantero y arquitecto, lo abstracto se transformó y la piedra cobró forma, ornando un monumento único cuya compo- sición emitía mensajes comprensibles y apreciados por una sociedad barroca que lo contemplaba con respeto y veneración. El mensaje es universal, accesible, perdurable y actual. Surge dis- cretamente de una rica ornamentación de sorprendentes formas en aparente movimiento, de contrastes lumínicos, de concordancias y polaridades, que sorprenden y embelesan al espectador, estimulando su imaginación. Este juego de contrastes y dualidades concuerda con la premisa de la polaridad de la naturaleza humana, iluminando la existencia en este mundo, animado mediante su mensaje, con la es- peranza de su salvación, tema que desarrolla San Agustín en La ciudad de Dios , comparando y oponiendo a las dos ciudades.