El Talid o Taled ( טלית ) le cubría plenamente su divino rostro, lleno de luz eterna, sus manos estaban entrelazadas y puestas sobre la mesa, a su lado estaba también cubierta con un manto azul / verde el rostro divino de la Santísima y Purísima Madre, ella un poco atrás de él, como diciendo quien es el primero en la mesa, refugiándose en la excelsa humildad de su persona, y no queriendo hacerse pasar como la importante, aunque ciertamente fue, es y sera asi, solo que la manifestación de la gloria profunda del hijo tenía que estar primero y presente, el Santísimo y Purísimo hijo sabia del actuar de su preciosa madre y silente este, asentía su proceder.
Excepto los primeros discípulos sabían con quien estaban en ese momento, aunque en principio y de forma aun prístina, dado que aun no se manifestaba de forma abierta la Omnipotencia, Omnisciencia y Omnipresencia de Dios Altísimo en el cuerpo divino de su Santísimo Hijo.
Mas su Santísima Madre lo supo desde aquel momento que hizo patente su aceptación, “He aquí la esclava del señor”…, la luz divina que engendro a la luz eterna en el vientre, mas no en el útero, como lo expreso Isabel “bendito sea tu vientre Hesus”.
“Todavía no es mi hora”, esa fue la expresion a su Santísima Madre, áspera, ruda, pero amantísima, y sin embargo la complació, Pedro, Juan y Santiago, que estaban en ese lugar tambien, estaban extrañados por la comunicación entre madre e hijo y como pescadores rudos y analfabetas, no atinaban a entender lo que estaba ocurriendo.
Ya había empezado la fiesta y debió de ser ya un tanto pasadas las doce horas del mediodía, cuando supo la Santísima que se había acabado el vino, había muchos comensales en el ágape, fue el primer día y el no contar con el preciado líquido, sería desastroso, tanto para la pareja, como para los familiares de esta, por lo que fue urgente satisfacer esa necesidad, asi que, para llenar seis tinajas, cada una de 100 litros en ese desierto de Cana ( alrededor de cinco garrafones de plástico donde se contiene el agua potable que en total serian 30 garrafones ), pues debió ser tarea no fácil y la cual pudo tardarse un buen rato.
Agua trasformada en vino, y este ,con los taninos celestiales, el color, el sabor, el aroma, el cuerpo únicos, tanto, que el maestresala se admiró y espeto por qué se servía hasta el final el vino de mejor calidad cuando esto debería de haber sido al revés.
Y lo mejor es un vino que debió durar cuando menos siete dias, asi que las tinajas por mas que se sirvieran de ellas no bajaban de altura en su contenido, el primer milagro ya está concluido y la Santísima Virgen fue quien a su petición obro el cielo infinito, dado que ella misma no hace ningún milagro que solo están estos de parte de Dios Altísimo.
Asi como empezó ese milagro con una petición amorosa, asi va a terminar el mismo con otra petición amorosa, esta vez en San Sebastián de Garabandal, donde estará un milagro para todos los tiempos, y como una señal permanente en los pinos de Garabandal que «Será visible para todos los que estén en el pueblo y en las montañas de los alrededores: los enfermos que asistan sanarán y los incrédulos creerán. Será el milagro mayor que Jesús ha hecho para el mundo. No quedará la menor duda de que es de Dios y para bien de la humanidad. Quedará una señal del milagro, para siempre, en los pinos. Podrá ser filmado y televisado»
De todo lo que han dicho las niñas en entrevistas y cartas, principalmente Conchita, podemos señalar los aspectos esenciales del milagro.