Enterado por tanta negatividad mundana, llena del estiércol luciferino y que con abundancia de tragos de azufre que pudieras estar pasando, pues lo mejor es que sumerjas tu hígado en un poco de metanol, esto para subir el nivel de conciencia, con excepción hecha del peyote que no es recomendable para chicos arqui-fresas de la década de los setenta´s, asi como lo hicieron en el siglo pasado los chamanes totonacas en su muy lenguaje florido del kuchunú, y que durante un corto periodo de tiempo llevaron a cabo estos rostros de diferente nivel angelical que expresan, entre otras variables, paz, ternura, amistad y consuelo, mismos que se desean tener con abundancia en estos tiempos.
Visitar por lo menos unas tres horas este recinto te pudiera llevar al nirvana excéntrico y con tus manos tocar el árbol de la dicha y la felicidad.
No pierdas el tiempo en cosas tan inútiles, sino más bien déjate llevar por la alegría de vivir y estar.
Al salir de alli obtendras lo que muchos quisieran tener, pero eso depende de ti descubrirlo, de nadie mas , solo cierra los ojos, abre el alma, y nada en tu conciencia infinta ....